Respondemos a una consulta muy interesante que nos ha planteado Saúl López, de EcoTejados, sobre la eficiencia energética que puede tener una cubierta de madera frente a una de hormigón.
"Hola amigos, desde que el tema de la certificación energética saltara a la palestra, me surge una duda que espero me ayudéis a resolver.
Ante una certificación energética de dos viviendas similares en cuanto aislamiento, formas, lugar, etc. pero con cubierta de madera en una y de hormigón en otra... ¿se verá influido el resultado de dicha certificación? Y me surge la duda porque en las bajocubiertas de madera generalmente se puede estar en verano y en las de hormigón (sin aire acondicionado) no.
Saludos y gracias por este servicio!"
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Hola Saúl,
Gracias a ti por tu interés y por mantenerte en contacto. La respuesta a tu pregunta depende de varios factores.
Las cubiertas son un punto crítico en la eficiencia energética de una casa ya que es de las primeras zonas por donde tiende a escapar el calor en invierno, y donde más radiación solar se recibe en verano.
La madera es un material más aislante que el hormigón. Esto en principio permitiría mantener mejor el calor dentro de la vivienda en invierno y evitar que entre en verano (una muy buena opción para viviendas que necesiten climatizarse rápidamente y donde la estancia vaya a ser de corta duración). Pero el tema es bastante más complejo ya que existen otros factores como la inercia térmica que pueden beneficiar o perjudicar dependiendo del uso específico de cada edificio.
El hormigón tiene más inercia térmica, lo que permite almacenar el calor dentro del material e ir soltándolo hacia la vivienda a lo largo de toda la noche. Esto es muy bueno en invierno y peor en verano (de ahí el ejemplo que comentas) aunque, si se evita el sobrecalentamiento de la cubierta con un aislamiento exterior, esta inercia puede ser beneficiosa durante todo el año ya que tiende a ser un regulador natural de la temperatura (una solución ideal en vivendas de uso continuado).
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Como tu pregunta va más por el tema de la calificación energética hemos comprobado lo que dicen los “programas reconocidos” al respecto a través de distintos casos reales de la provincia de Alicante en los que hemos trabajado. Los programas de certificación combinan la demanda de calefacción y refrigeración así que, aunque contemos con un muy buen sistema para el verano, puede que la calificación se vea perjudicada en invierno. Para realizar este análisis
hemos simulado estos casos reales utilizando primero la cubierta existente de horimgón y planteándola después con la composición de cubierta que soléis utilizar en EcoTejados:
- Estructura con cabios de madera abeto laminada
- Entarimado con tabla de abeto machihembrada de 22
- Tela impermeable/transpirable de polipropileno (150 gr/m2)
- Dos capas a matajunta de aislante de poliestireno extruido en placas de 4 cm
- Enrastrelado de 4 x 3 dejando la teja a 6 cm del aislante y creando una cámara ventilada
- Teja mixta en seco y sistemas pasivos para la circulación del aire
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Estos son
los ejemplos que hemos analizado (y su correspondiente calificación):
- La planta alta de un edificio entre medianeras construido en 1984 en Alicante (E)
- Una vivienda unifamiliar adosada construida en 1987 en El Campello (F)
- Una vivienda en la última planta de un bloque exento construido en 1994 en la Playa de San Juan (E)
- Un ático construido en 2008 en Guardamar del Segura (E)
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Después de simular los cuatro inmuebles con ambas soluciones hemos obtenido conclusiones muy similares.
Los indicadores de emisiones de CO2 y tanto la demanda de calefacción como la de refrigeración han mejorado ligeramente con la cubierta de madera. Todas han mantenido su calificación global excepto el adosado que la ha aumentado en una letra (de la F a la E). Esto se debe a que esta casa estaba en el umbral entre ambas letras: la F va de 54,5 a 67 kgCO2/m2 y la vivienda tenía 55,4. Al cambiar la cubierta hemos conseguido 53,6 kgCO2/m2, lo que nos ubica automáticamente en una calificación superior.
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Todas las viviendas se han estimado con los valores mínimos establecidos por la normativa aplicable de 1979 a 2006 excepto la vivienda en Playa de San Juan, cuya composición era conocida y contaba con un aislamiento de 3 cm del mismo material que aplicais en EcoTejados. Aun contando con este aislamiento exterior y con la inercia aportada por el hormigón,
los índices de calificación siguen siendo mejores utilizando estas cubiertas de madera que con las cubiertas de hormigón más aisladas de la época y la zona estudiada. Hay que tener en cuenta que las cubiertas que nos planteas cuentan con muy buen aislamiento, de no ser así los resultados serían bien distintos.
De todas formas no podemos generalizar. La
eficiencia energética depende de un sinfín de factores, y la cubierta, aunque sea un elemento muy importante, no deja de ser una pequeña parte del conjunto.
Todos los elementos que componen el edificio deben combinarse en un diseño equilibrado. No sirve de nada contar con una excelente cubierta si la vivienda no se ha diseñado con una orientación y unos materiales perfectamente adaptados a la zona. Solo estudiando cada caso concreto en profundidad sabremos qué partes del edificio son clave a la hora de mejorar su comportamiento energético.
Imagen principal:
Jeremy Levine
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